Comida chatarra: una falsa felicidad que consume el 83% de las familias en Estados Unidos.
Resulta alarmante que el 83% de las familias estadounidenses consuman comida chatarra al menos una vez a la semana, motivados por esta época en la que reina la inmediatez y la falta de tiempo.
La cifra que revela Statista, una plataforma de datos e inteligencia empresarial, surge en medio de la polémica por el consumo de este tipo de alimentos, ricos en grasas saturadas y azúcar.
“Producen una felicidad temporal, un alto deterioro en el bienestar emocional y aumentan el riesgo de sufrir depresión, ansiedad y estrés”, alertó la Dra. Amny Acosta Then, directora general de Salutte Clinic, un centro de obesidad y especialidades que ha cambiado la vida a más de 3.500 personas en República Dominicana consiguiendo el peso feliz.
Las estadísticas arrojan que los alimentos ultraprocesados representan el 73% del suministro en EEUU. Estos tipo se han relacionado con la diabetes, la obesidad, el cáncer y otras afecciones de salud. Las hamburguesas son el alimento más consumido en EEUU, por una población que oscila entre los 20 y los 39 años.
Las cifras motivaron a la Dra. Acosta Then a crear la campaña de concientización “Comida Chatarra: Falsa Felicidad”, que invita a buscar la felicidad siendo más auténticos al consumir alimentos ricos en proteínas y grasas no saturadas.
Más cifras alarmantes:
La Dra. Acosta Then subraya que las personas que padecen depresión, ansiedad o estrés a menudo, presentan deficiencias de triptófano, un aminoácido esencial para la producción de serotonina. No es un secreto que esta es la “hormona de la felicidad”, por lo tanto, no consumir suficientes alimentos que colaboren a producirla, altera negativamente los estados de ánimo. Algunos alimentos que ayudan a producirla son la leche, el queso, la carne magra, el pescado, los huevos, los plátanos y las legumbres.
“Siempre recuerdo a mis pacientes que, para notar un cambio real, duradero y sostenible, lo primero que debemos trabajar es el estado mental. Y aunque efectivamente hay factores importantes como la relación con el paciente, la mentalidad con la que llegan y tener un sistema de apoyo sólido en el proceso, cambiar la alimentación es esencial. Los cambios siempre van a surgir desde el interior de nuestro cuerpo, y así́ se crea el balance”, comentó la Dra. Acosta Then.
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