En mi consulta como gastroenteróloga y endoscopista es muy común recibir a pacientes que refieren síntomas de acidez y distensión abdominal. A la hora de hacer una endoscopía, que es una cámara delgada y flexible que nos permite diagnosticar el estado real de la mucosa gástrica, encontramos lesiones como gastritis, úlceras y reflujo. Dentro de las recomendaciones, un aliado vital es la alimentación, sobre todo con la dieta ácido péptica.
¿Y en qué consiste este plan de alimentación que, aparte de ser curativo, se recomienda como un coadyuvante de los tratamientos?
La dieta ácido péptica elimina los alimentos que provocan ácido y aumenta la alcalinidad del estómago. Si bien es cierto que no es para bajar de peso, sí es fundamental para conseguir un reposo gástrico y lograr reponer la mucosa a su estado original.
Alimentos para desarrollar la dieta ácido péptica:
Este plan lo puedes llevar a cabo entre 15 y 30 días. Hablemos primero de los prohibidos, que deben eliminarse: lácteos, café, bebidas energizantes, refrescos o gaseosas, el picante, sazones, condimentos complementarios dentro de los tubérculos; la yuca y la batata, dentro de los vegetales y el tomate. Y de las frutas, la piña y todos los derivados del cítrico como limón, naranja y demás.
Entre los alimentos a incluir en la dieta están el arroz blanco, el pan y todos los vegetales, excepto los que provocan gas, como el brócoli. Se permite pasta y carnes blancas, como pescado y pollo.
Junto a esta dieta, se recomienda suspender los medicamentos antiinflamatorios no esteroides.