La estadística de sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes, de 5 a 17 años, actualmente es de un 34%. Los adolescentes en consultas me dicen que lo más difícil de controlar es el hambre y los antojos por alimentos rápidos, como pizzas y hamburguesas. Los padres me refieren, a la vez, la selectividad con los alimentos, principalmente que los vegetales son desagradables y que se le limita el consumo de frutas.
El aumento de peso en esa edad produce infelicidad en cuanto al físico, inseguridad social y aislamiento. Los padres refieren que están constantemente en la habitación, no quieren socializar y, sobre todo, presentan irritabilidad.
Cuando se les habla del tema, un error de los padres es minimizar la situación u hostigarlos sin saber su complejidad. Este abordaje siempre debe ser multidisciplinario, de la mano de nutriólogos, pediatras, psicólogos, psiquiatras y, por último, de endoscopistas.
Cuando tu hija o hijo te comente que desea perder peso, aprovecha la oportunidad. Recuerdo una consulta donde la madre me expresó que no cree que su hijo lo logre, porque le gusta comer demasiado, y de inmediato hay una desmotivación en su rostro.
A continuación, siete puntos básicos que debes tener en cuenta al iniciar una conversación con tu hijo/a sobre su peso.
1-Ambiente fuera de la cocina, comedor y habitación.
2-Iniciar la conversación con: ¿Cómo te sientes en cuanto a tu peso?
3-Hablar desde el amor y la empatía, evitando juicios.
4-Agradecer que está abierto/a a contarte sus sentimientos.
5-Hablar con tu hijo sobre los retos que vienen.
6-Enfocarlos desde la salud, más allá del reflejo en el espejo.
7-Todos en la casa deben integrarse para aumentar la tasa de éxito.
La vida de los adolescentes puede cambiar si los padres buscan ayuda profesional. El personal de salud debe orientar de manera correcta, para saber cuál es el tratamiento más efectivo. El proyecto de cambio de vida de un adolescente, comienza con sus padres.
La Sociedad Americana de Pediatría aprobó en 2023 procedimientos bariátricos desde los 12 años en aquellos casos donde no funcione la dieta y los ejercicios, en un plan de seis meses. Todo ello, con alternativas como balón gástrico, manga endoscópica sin cirugía y cirugía bariátrica.